jueves, 17 de marzo de 2011

Sol naciente



El humano, curiosa especie, predica, habla, puede adherirse a cualquier creencia, puede manipularse a sí mismo o a los demás, puede buscar soluciones en cualquier religión, culpables en cualquier otro estrato de la vida o puede creer que todo lo sabe, todo lo controla o todo puede manejarlo con solo pulsar un botón...., hasta que la naturaleza nos pone de nuevo en nuestro sitio, como si todo lo que le hacenos sin pensar en las consecuencias que puede tener no le pareciese bien e la madre de todo, la que nos puso aquí y la que nos puede quitar de un plumazo. Lo sabemos verdad, las nucleares....será la forma más eficiente de generación de energía, no digo yo que no, pero está claro que el riesgo que supone mantenerlas funcionando es demasiado alto, es demasiado alto el precio a pagar si se produce un accidente. Ortega dijo, y no cito textualmente porque mi memoria a estas horas está menos lúcida que de costumbre, y eso no es fácil, que el hombre descubriría la cura para todas las enfermedades pero antes le matará la prisa... pues bien, no podemos controlar todo, no debemos jugar con fuego, hemos de intentar atenernos, sin renunciar al progreso, a una forma de vida sostenible, civilizada, respetando a la naturaleza y nuestro entorno, eso será respetarnos a nosotros mismos, yo admiro el progreso, la ciencia, pero enfocada desde el punto de vista más racional y sostenible posible. El ser humano en un ejercicio de soberbia infinito, crea máquinas de matar, sustancias que envenenan y destruyen, manipula terrenos inexplorados creyendo que como somos los más listos nada pasará y si pasa lo solucionaremos....no señores, eso no es ciencia, eso es soberbia! afán de demostrar que hemos avanzado más que otros, que sabemos más, que hemos cambiado más cosas... Rompo una lanza en favor del pueblo japonés, adalid de educación, respeto, tolerancia, humildad, grandeza, grandeza humana, las personas que vemos en los diarios no han descubierto nada, no juegan con plutonio, ni saben como funciona una central nuclear, se les vende seguridad y progreso falso, y después...su reacción es envidiable y ejemplar, todos debemos aprender de un pueblo con esa cultura de la que en ocasiones carecemos otros, solo me queda desear que los que tan listos son y todo lo saben, sean capaces de salvar el pellejo de los respetuosos, cívicos y humildes. Eso es lo que es la sociedad japonesa cívica, respetuosa y humilde con todas las letras.

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